sábado, 10 de marzo de 2007

Hoy, 10 de marzo, voy a extralimitarme en cuanto a los comentarios que hago, para hacer una incursión en un asunto "actual". La educación como disposición de ángulos de visión y explicación nos hace que, cuando escuchamos opiniones, su "entrada" en nuestro procesador mental, genere contrastes, cual tintura, sobre esos "tejidos"... Hace ya años -los ochentaytantos- y a raiz de "escuchar por la radio" que disponemos en nuestra "única España" varios regímenes fiscales, razón por los que "no somos iguales" todos los españoles. ¡Cosa curiosa! ya me alertaba de las contradicciones "oficiales". Ahora escuchamos a los medios de comunicación, divulgar mensajes políticos que ocultan hechos históricos. Precisamente, se comenta estos días, de la posibilidad que dos comunidades autónomas se unan. La alarma está llegando a tal grado de visceralidad que no parece que... y para no salir de los modelos "oficiales" invocaré al propio escudo constitucional donde en uno de los cuarteles aparecen las cadenas del Reino de Navarra, Reino que abarcó bastantes espacios peninsular y transpirinaico y que integraba las "provincias" vascas.
Curiosamente, la invocada "unidad española", fraguada como una estrategia de casamientos y herencias, cual propiedad medieval, donde "ciudadanos-siervosdelagleba" pasaban con la tierra del señor de una a otra mano. Y como los tiempos iban cambiando, ciertos "caballeros" constituian "consejos" para amortiguar "excesos" y así Reinos de Aragón y de Castilla si bien mantenian a unos reyes propios vinculados, cada cual era rey en su Reino y cada Reino se regía por sus "fueros". Y si recordamos el Reino de Navarra se "unió" a Aragón tras el casamiento de dos viudos, y así mas o menos perduró con los Austrias, (herederos de sus abuelos).
Todos sabemos que con la desgracia de fallecer Carlos II, al irse sin dejar herederos, otros parientes lejanos vinieron a repartirse tan rico pastel. Y aquí tuvimos la de "dios es cristo", donde cada vecino tomó partido por uno de los dos contendiente, sucediendo que al ganar un Borbón y ademas sobrino-nieto del mismísimo Luis XIV de Francia, vino en "hacer de su capa un sayo" (que para eso era absolutista) y a "Navarra" la benefició mientras que a los "contrarios" les desnudó de sus fueros, y si no, ¡que le pregunten a los catalanes!, y así por muchos años. Con la suerte otra vez que cuando volvemos a tener otra... tomando de nuevo Navarra partido por el bando que se alzara con la victoria, mantuvo ese trato de favor que le venía diferenciando del resto de "provincias". Esa singularidad de "preferida" le permitía disfrutar de esos mimos que a los otros "hermanos" le corroían. Así, lógico es que unos quieran disfrutar de esos "caprichos" y otros lloren con Navarra que se cuestione aquellos consentimientos encaprichados, ahora, en estos días cuestionados.
¿Cuándo fuímos uno, me pregunto?

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