sábado, 24 de marzo de 2007

La permanencia en el tiempo

En el Diccionario Enciclopédico GRIJALBO, en su edición de 1.986, en el artículo que describe a "Navarra", al final del texto, deja traslucir un descripción muy actual. Sorprende que esos "análisis" redactados con anterioridad a la fecha mencionada, evoquen una actualidad sorprendente. Sobran 20 años, practicamente una generación a venido a sustituir a su anterior progenie; quienes fueron agentes de la acción política han pasado el testigo a otros, ya no somos los mismos y nos vemos tan iguales... "En el referendum de 1.936 había rechazado su integración en Euskadi y, a partir de 1.977, las sucesivas elecciones no han dado la mayoría a los nacionalistas, con lo queel problema de la reincorporación o no sigue sin resolverse."
Leyendo nuestra realidad, no solo los textos, debieramos, serenamente reflexionar sin precipitarnos. Que nuestra España es el resultado, como nosotros mismos, de un cúmulo de factores y experiencias, positivas y negativas, exultantes y trágicas, como nuestras personas, con errores y aciertos. Pero a la hora de entendernos, no llegamos a posicionarnos en el otro porque no les conocemos.
Desde hace muchos años he añorado en mi formación profesional, una perpectiva "aragonesa" y otra "navarra", de su historia, costumbres, CULTURA, (no solo por personajes oficialistas "literarios"). Como soy andaluz y Andalucia ha permanecido a la sombra de "Castilla", apenas tengo noticias de lo que los "aragoneses" gestaron en todo el Mediterraneo, ni de los "chicarrones del norte" por otros mares. Castilla ha ensombrecido las luminarias que, evocando los cuarteles de nuestra INSIGNIA CONSTITUCIONAL, brillaban con luz propia. Cada reino ERA REINO. Hoy recuerdo aquella "anécdota" que estudiara de estudiante, en la que huyendo el secretario de Felipe II, mandó este afamado rey a sus guardias para prenderle por traidor, dicen, lo sucedido fue que el propio ejercito del muy digno rey de las españas tuvo que dar marcha atrás en tierras aragonesas, detenido por el Justicia de Aragón, y el tal Antonio Pérez, que así se llamaba, pudo llegar a Francia -y ya no supimos más de él-. ¿Cómo se come esto?, no lo sé; pero así me lo contaron, estudié y aprobé. Y vengo a recordar cosas de no hace mucho tiempo... cuando la L.O.G.S.E., como los "catalanes" con su "decreto de mínimos" "contaban la historia desde SU ángulo y perspectiva. Cosa natural, su sentimiento necesitaba expresarse, pero los medios de comunicación, sobretodo prensa, "castellanistas", refunfuñaban... y es que todavía no nos hemos parado a escucharnos, siempre andamos atacando los "pensamientos" del opuesto... EN UN "DIGA LO QUE DIGAS, ¡ME OPONGO!

0 Comments:

Post a Comment