sábado, 12 de noviembre de 2011

documento pedagógico

“carta de un alumno a su maestro”,

de dicha información hago la siguiente reflexión:

1º por su léxico y sintaxis, creo reconocer a un hispano hablante no peninsular y ¡ojo!, este matiz es contextual, -no discriminante-, aquí hemos superado la “nefasta” L.O.G.S.E., y dicha ley que transmitía los considerandos que se muestran en este escrito, ha sido defenestrada. Esta Ley tuvo su vigencia entre los años 1990 y “2002”, que fue sustituida por “incompetente”. Entonces quiso aplicarse la L.O.C.E. (ley orgánica de calidad educativa) propuesta por el Partido Popular en el poder, pero apenas se desarrolló en cuanto que en 2004 hubo un cambio de gobierno, accediendo los socialistas; éste gobierno sacó en 2006 la L.O.E. (ley orgánica de educación).

La L.O.G.S.E. es la ley de la consideración pedagógica del alumno, no en las materias, por eso voy a presentar ahora una “consideraciones pedagogicodidácticas situacionales”:

· La didáctica, la didacté, es el arte de desmenuzar las materias “curriculares”, objeto de ser a-prendidas. La didáctica es la organización secuenciada del objeto de estudio. El profesional, cual dietista y nutricionista, ha de saber componer y descomponer los pasos metodológicos, las estrategias y tácticas mediante las cuales “construir conocimientos”. Sabiendo partir de un inicio tan básico que enlace con el nivel de competencia “curricular” del más nimio aprendiz, y levanta progresivamente, por niveles de dificultad, los sucesivos campos competenciales. Esto es didáctica.

· La pedagogía es el plano complementario, necesario y simbiótico, es el control del mundo del que capta el conocimiento. La pedagogía se basa en la psicología del mundo del educando, ya si éste es infante o adolescente, por poner el “territorio temporo-espacial” sobre la mesa quirúrgica, donde se FUNDEN LOS CONOCIMIENTOS.

[un inciso: hay quienes quieren “educar” de ahí “educación en los rótulos de leyes, consejerías, ministerios,…” pero creo que no hemos de ser tan pretenciosos, arrogantes e imprudentes. La educación, reservémosla para ese territorio genético y emocional, axiológico y “deontológico” que troquela a la persona y que sólo la familia y en familia, se “puede” tocar y acceder. Por tanto seamos prudentes, la “educación” formal e institucional ha de andar por un camino propio, por la senda de la FORMACIÓN. Veremos como algo “colateral” que solo cuando la familia no copa suficientemente este campo propio el individuo ha de compensar su educación en instituciones anexas]

2º Para ser más claro, espero, asemejaré el “campo formativo” (que no educativo) con una escuela de alta cocina, por ejemplo “el Bulli”. En ella, el aprendiz ha de empezar por lo más bajo para, cual ratón, conocer hasta las tuberías (nunca viene mal la logística)y poder localizar lo más nimio, luego las “artes de preparación de los … empezando por la separación de la piel y corteza de los diferentes elementos que intervendrán en los platos… cómo fragmentarlos,(*) luego se ascendería a dominar los distintos niveles de cocción –todavía anda entre fogones-, y así a un tercer nivel, a un cuarto y a un quinto donde ya el diseño, la excelente capacidad y competencia para obtener de las materias los más genuinos sabores y nutrientes –DIDÁCTICA-, entrarían en juego con la psicología del cliente, fragmentando sus gustos y cómo los procesa y digiere (un buen cocinero no puede ignorar cómo su cliente absorbe y “macera el estómago” esa “obra exquisita” por su idoneidad y compatibilidad para quien en último lugar se fabrica, el cliente, que sería la PEDAGOGÍA)

Este nivel es básico, cuando despiezamos a un ave hemos de andar advertido de la “temida” hiel o vesícula biliar, saber tratar a determinados pescados, por sus espinas y glándulas, igualmente las carnes de aquellos animales “salvajes”, el efecto de las hormonas sobre ellos, cómo son sacrificados, sus edades,… igualmente con la toxicidad de las plantas y sus beneficios según se traten

3º Pues bien, si esto es requerido para unos simples alimentos, ¿por qué no nos tomamos más en serio la ciencia empírica de la FORMACIÓN y cualificación de nuestra sociedad y su trascendencia sobre la humanidad? Tenemos la organización mundial de… aquello y esto. Pero siempre en el plano “elucubrativo”. Si es verdad que nuestras leyes refieren recomendaciones “teóricas” sobre ciertas “actuaciones”, pero es totalmente cierto que la “educación” como gusta ser llamada, no nos la tomamos en serio y es más considerada como adoctrinamiento social que como formación de los ciudadanos. Sino, al tiempo, 1990 (LOGSE); 2002 (LOCE); 2004 (LOE); 2012? “LOCE-revisada”, como puede verse, según el grupo político que gobierne así el tinte ideológico que impregne al ejercicio educativo que se realiza desde la función pública… porque desde los Servicios de Inspección educativa se nos recuerda a los profesionales que somos administración y que hemos de cumplir y hacer cumplir las “leyes”…


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