sábado, 3 de diciembre de 2011

nuestras propias discapacidades


Día de la discapacidad, día de la desigual capacidad, día para tomar conciencia -todos- que la "capacidad" que disponemos para vivir la vida es esa dotación, esa estructura, constitución que nos garantiza, nuestra "identidad". Con ella nos organizamos en el medio donde existimos, y existimos "arriostrándonos" con los resortes que encontramos a nuestra disposición en esta naturaleza y sociedad que nos acoge.

Hay una capacidad donde nadie es desigual, es en la dignidad. Ésta ante todo; pero observando, he detectado otra capacidad que nos eleva también nuestra conciencia humana, es la madurez. Hay personas que viven y afrontan su vida con ciertas "desigualdades competenciales", y superando con desconcierto -precisamente les cuesta identificarse con "modelos" "normales"-, construyen "autoconceptos" que realmente rayan con "identidades estrella". Normalmente, "los normales" fácilmente "confiamos" en nuestra buena apariencia e inteligencia, abordamos la vida "por la cara bonita", nos montamos en nuestra "burbuja de guapo y listo" y a ligar y a opositar, tanto en el plano afectivo como laboral, gestionando ambos planos con la herramienta de "conquista". Pero no todo se conquista, ni se arrebata. Nos olvidamos de sembrar y construir, precisamente "capacidades" que crean "raíces"... estas raíces nos dotan de Madurez, y ésta capacidad-competencia-habilidad-facultad es hondamente más humana, y cual manantial, surte más dignidad, satisfacción, felicidad. Podemos ser "desiguales" pero ciertamente felices y dichosos.

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