domingo, 26 de mayo de 2013

¡No hay crisis, hay ineptos!


NO HAY CRISIS, HAY INEPTOS.

El esquema del funcionamiento político viene ejerciéndose mediante un modus apologético. Pretende cambiar las acciones sociales bajo el “credo” que la norma modificará la organización de las gentes, y si es verdad, EN PARTE, también arrastra una dosis de INGENUIDAD.

Los debates "políticos" pretenden “demostrar” que mediante discursos “tumbarán-convencerán” a la oposición, SIN APORTAR DATOS QUE EMPÍRICAMENTE DEMUESTREN lo que se pretende corregir. Seguimos “envuelto” en el mundo de la palabra, donde “per se” presuponemos que la realidad cambiará. NO SE TRATA DE “ARGUMENTAR” CON DISCURSOS, SINO DE “DEMOSTRAR” CON DATOS.

LAS PALABRAS EN CASCADAS que constituyen los discursos políticos sólo valen para ejercer la oratoria, o argumentaciones filosóficas,… pero cuando se trata del gobierno de un pueblo, no podemos ejercerlo con la “buena fe” de nuestros políticos, ¡NO VALE LA “BUENA FE”!. Esta “buena fe” nos ha traído hasta aquí, y AQUÍ ESTAMOS EN UNA CRISIS, la crisis no se resuelve con encantamientos, conjuros y exorcismos. Así que nuestra “nueva ley educativa” no se puede montar en discursos, como quieren, y con rebates ideológicos-apologéticos, como se le responde por los opositores, no estamos aún en el medievo para andar convirtiendo “a los herejes”, y creando leyes–bulas, donde la credulidad y no el empirismo, corregirán los errores.

A unos y a otros les pido, ¡ECHAD TESTOSTERONAS, dejemos de “dejar pasar” el tiempo, CON  MELINDROSIDADES tomémonos en serio el futuro!.


Ninguno somos herejes, no nos tienen que convertir, me tienen que respetar y garantizar el patrimonio que hasta ahora hemos dispuesto. Patrimonio cultural y científico que no podemos dilapidar en base a “estamos en crisis”. ¡No hay crisis, hay ineptos!  El problema de la crisis no es la situación adversa e irresoluble, sino la incompetencia de quienes gobiernan; y el despecho y arrogancia no es manifestación de inteligencia, sino de estupidez.

1 Comment:

  1. Nicolas said...
    Tengo la impresión de que la política se caracteriza por un desajuste enorme entre las palabras y los actos. Parece que en política, es más importante saber hablar (y usar todos los procesos retóricos posibles para intentar manipular a la gente) que saber tomar las buenas decisiones. Quizas sea porque el objectivo de la política no es el interés común, sino adquirir cierto poder y conservarlo el máximo tiempo posible ?

Post a Comment