lunes, 14 de julio de 2008

martes, 8 de julio de 2008

Una experiencia con el reconocimiento de rótulos
(iniciación a la lectura)

Con cinco alumnos/as de 4 a 6 años, con n.e.e. reconocidas, escolarizados por la modalidad B, ¿cómo abordar el reconocimiento de las letras y de los números, sabidas ya sus dificultades?.

Como forman un grupo “apañao”, con sus más y sus menos, y después de establecer (que no crear) los hábitos previos de la triada elemental del aprendizaje –amen del permanecer sentados en sus asientos,… - : atención (que siempre hemos de estar demandándosela), imitación (coordinación y autonomía), ya de gestos, movimientos gruesos y finos, y el seguimiento de instrucciones subsecuente a la comprensión, basada en la asociación de la orden con la instigación y guía para hacerles plástica y gestual la “rotulación” verbal que usamos.
Así que después de año y pico, prácticamente 5 trimestres, he iniciado en este 6º trimestre, el “ejemplo” que describo:
Valiéndome de muñecos de plástico, pues sabido es que las reproducciones de animales generan en los infantes, en general, una irresistible atracción, -constituyéndose en “estímulos salientes” de señalada significatividad en sus preferencias- (el grupo está formado por 3 niños y 2 niñas) abordamos la tarea. Esta actividad se desarrolló del siguiente modo:

1º Pactamos por “repartir” un animal a cada uno:
Se muestra un grupo de animales, 10 (en proporción de dos por alumno) mezclados lo que provoca en ellos una selección de preferencias, y en esta elección surgió el conflicto entre los preferidos y los excluidos. Fue un asunto a resolver, sobre todo para quien la “frustración” le desencadena … la negación y el rechazo o el empecinamiento. Pero se resuelve…, ¡y todos contentos!
La situación precisó del pacto y el acuerdo. Cada uno se les dejó jugar 5 minutos con un animal “aceptado” (uno con más agrado que otro). Acabado el tiempo se guardaron.

Y los demás, que por espacio… ya irán apareciendo en escena

2º presentamos los nombres de estos animales escritos en una hoja de papel:

Se les mostró que de igual modo que en la caja estaban todos juntos y los fuimos cogiendo uno a uno, en la hoja de papel figuraban sus nombres-RÓTULOS y teníamos que “COGER” el nombre de nuestro animal. Por supuesto este paso lo hacen con mi ayuda. Yo le ponía el animal, justo encima del rótulo, luego lo retiraban y coloreaban todo el rótulo que correspondía a su animal.

Se les advierte y atienden con clara expectación, que de igual modo que los animales son diferentes, sus rótulos también difieren… existe nombre cortos como “OSO”,… y largos… y muy largos como “HIPOPÓTAMO”. [(PODÍAMOS CONTAR TAMBIÉN LAS ARTICULACIONES VERBALES: DOS PARA “LE-ÓN” Y “O-SO”; TRES PARA “CA-ME-LLO”, “Á-GUI-LA”, “JI-RA-FA”; CUATRO PARA E-LE-FAN-TE; O CINCO PARA “HI-PO-PÓ-TA-MO”]

Fueron coloreados junto a los restantes nombres, una vez coloreados, se los recorté y entonces tenían en la mano al animal y al rótulo.


Luego juntamos los cinco rótulos en una bandeja y debían, cada alumno, extraer su rótulo (el de cada uno), como petición para volver a jugar otros cinco minutos. Lamento tener que decir que solo una alumna erró y, por tanto se tuvo que quedar mirando “en tiempo fuera”, mientras sus compañeros disfrutaban.


COMENTARIO:
Por supuesto esto no es leer, pero sí es discriminar y darle sentido al mundo de las letras, porque a cada animal le corresponde su rótulo y el rótulo (nombre) ha de tomar identidad en asociación (condicionamiento clásico) con el objeto al que representa[1].
No eludimos la permeabilidad entre la palabra y la letra. Existe en este mundo de las letras una complicidad y una interconexión entre la faceta hablada y la escrita. En nuestro idioma al ser concordante “la grafía con la fonía” es fácil esta reciprocidad y repercusión entre lo hablado y lo escrito. Por esta razón, el mundo de las letras depende del mundo de las palabras, así ineludiblemente, tenemos que cimentar una realidad sobre la otra. Lo primero que el niño necesita para leer es disponer de la “estructura mental” preparada… para reconocer la palabra primero la ha de nombrar y si puede nombrarla correctamente, más fácil le será su transcripción fonética a la gráfica (salvo ciertas reglas ortográficas). Por tanto se le ha de trabajar la faceta audioarticulatoria junto a la grafémica
[1] Esta estrategia es necesaria para evitar el modo de aprender a leer silabeando que en ocasiones provoca en ciertos alumnos una escritura de palabras corridas (unión) o fragmentadas donde “no tienen identidad” y dificulta la conceptualización de ésta y su semántica. Dándose pie, posteriormente, a fallos en la comprensión lectora… no es baladí este proceso de iniciación visual. Y trabajando de este modo encabalgado, llegarnos a establecer en nuestros alumnos esta competencia comunicativa.


INICIAMOS UN SEGUNDO TRAMO: el primero dependía de la Memoria Inmediata, el que ahora trabajamos se basa en: Memoria Demorada o Remota. Después del ejercicio de iniciación-asociación, era conveniente pasar a otro nivel: la capacidad de retentiva a largo plazo –fundamento del aprendizaje-.
1er ejercicio: recordar-reconocer el nombre del animal que se le asignó en la sesión anterior (martes) (jueves y viernes de latencia junto a sábado y domingo): se les presenta a cada uno una bandeja con los 5 rótulos, de la que han de elegir el rótulo del animal que previamente se le había asignado.
Resultado: En esta sesión, de los 5, 4 alumnos identificaron el rótulo de su animal, y por tanto obtuvieron su correspondiente “juguete”. Si bien el alumno que erró tuvo el apuntalamiento de otro compañero que le “soplaba” que era el rótulo de color naranja.
A continuación, una vez reconstruidas las hojas, se les pone delante su correspondiente hoja, y se les acerca la caja de plástico con los 10 animales, pidiéndosele a cada alumno que extraiga “sus dos animales” y los coloque encima de sus respectivos rótulos-nombres.

Recordamos las fases que estamos desarrollando del proceso:

Fase A
Fase A-1º: le asignamos y le dejamos un determinado animal y le pedimos que coloree su nombre, es decir le pedimos al alumno una diferenciación y una identificación al colorear de entre todos los rótulos el que le corresponde (rótulo y animal son asociados durante unos 5 minutos).
Fase A-2º: recortamos el rótulo e individualmente tienen en sus manos rótulo y animal.
Fase A-3º: se les presenta en una bandeja los cinco rótulos y entre los 5, cada cual con su color, forma y tamaño, han de escoger el que se les asignó.
Fase A-4º: si aciertan, juegan 5 minutos.
Fase B
Fase B-1º: cada alumno colorea un segundo rótulo (al colorear el rótulo determinado, exponemos al alumno a una selección e identificación del estímulo. El momento de colorear es un momento de diferenciación, de éste respecto de los restantes (uno frente a nueve).
Fase B-2º: Una vez que está coloreado, procedo yo a recortarlo (el entrenamiento en recortado se practica en otro momento).

Fase B-3º: se les asocia rótulo y animal, uno con uno, insistiéndoseles que se fijen en “rótulo”-“animal”
Fase B-4º: se les recoge animal y rótulo y le presentamos los cinco rótulos en la bandeja, pidiéndoseles que elijan el rótulo de su animal asignado con la consigna de si aciertan disponen de 5´ de juego con su “juguete”


En la sesión tercera la tarea además de repaso ha consistido en:
Identificar los dos rótulos de los animales que hasta el momento les había sido asignado. Ahora se les pedía que eligiesen “sus dos animales” y cada uno de éstos fuera colocado encima del correspondiente “rótulo”.
Su memoria debía “recobrar” sus animales: esta tarea fue satisfactoriamente realizada por dos de los cinco. De los tres “errantes”, uno, probablemente por respuesta impulsiva, fue a coger el animal que llamaba más la atención pero que no le correspondía –la jirafa-. Otra alumna si cogió un animal “suyo”, pero lo colocó encima de su otro nombre –como no produjo la identificación correcta, no se le dio por válida. La tercera alumna, coge el gorila (acierta) y la jirafa (error) pero los coloca al azar.
Mientras los acertantes juegan cinco minutos, los errados reciben sobrecorrección: insistiéndoseles a cada uno, cada animal con sus correspondientes rótulos.

Reevaluados de nuevo, todos terminan realizando la tarea correctamente. ¡Y QUEDAN ASÍ DE SATISFECHOS!

Consolidada esta fase de “dos” pasamos a introducir un tercer animal que elegían a discreción. Con este tercer personaje volvíamos a repetir el proceso: colorean de un color diferente el rótulo que le corresponde, se recorta, se le presenta en la bandeja junto a los otros rótulos de sus compañeros y han de elegir el rótulo suyo, entonces obtienen su animal correspondido y: ¡a jugar!, cinco minutos (mucho tiempo no es conveniente, que se desmadran)

Vuelta a evaluar en conjunción con los dos anteriores, otra semana para “latencia” y vuelta a controlar la capacidad retentiva. Y a incorporar otro “muñeco” con su rótulo. Era curioso, siempre les alegraba volver a jugar. De ahí la conveniencia de momentos cortos de tiempo.

Y llegamos a “trabajar” hasta con cuatro rótulos-animales. Lo agradable era verles implicados, que les gustaba “jugar”, (¿si era un reto, si era subir un “nivel de dificultad”, qué más da?), había un clima de participación y colaboración. Respetaban su turno, inquietos y cada cual con su tiempo, tiempo necesario para “recordar” (los referentes que maniobraban en su interior, sus criterios de selección/identificación que movilizan en su “mente”, algún día se harán consciente. Ahora, simplemente actúan, ¡que no es poco!.)

Así llegamos a:
Reevaluados el 13 de junio, transcurrida una semana de la sesión de aprendizaje: todos menos uno recuerdan todos los rótulos-animales, de los cinco tres lo realizan con rapidez, dando señal de la seguridad en su habilidad.

La situación fue así:

CONCLUSIÓN:
ME HE SENTIDO SATISFECHO DE VERLES “COMPETENTES”, CAPACES DE SER PERSONAS ACTIVAS DE SU PROCESO DE APRENDIZAJE. ELLOS Y YO NOS LO HEMOS PASADO BIEN. SUS EXPECTATIVAS Y AUTOCONCEPTO HAN MEJORADO (PROBABLEMENTE) Y EL AULA HA SIDO UN ESPACIO DE POTENCIACIÓN Y ESTIMULACIÓN.
UN ALICIENTE DENTRO DE UNA DINÁMICA DE “APRENDIZAJE”, EL CUAL TAMBIÉN TIENE TRAMOS MONÓTONOS. ¡VALGANOS LO UNO POR LO OTRO!

JUNIO DE 2.008

martes, 1 de julio de 2008

INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS

Hago, por fin ahora honor al propósito de este blog, que por algo le nominé de "N.E.E.", entendiendo que tocaríamos -desde el ámbito de la pedagogía y la didáctica- cualquier dificultad que un alumno pudiera encontrar en la faceta de asimilación de contenidos curriculares.

Aprovechando que tenemos en este período el momento de "descanso estival", y por aquello que pasado lo pesado, queda ahora ese relax que proporciona el quitarle importancia a las cosas. Saciada el "hambre" (de la obligación) disfrutemos los caprichos (de la afición).


No han sido los números mi fuerte como estudiante, sin embargo por el ejercicio de mi profesión, me he visto en la obligación de buscar los caminos por donde guiarles, diversificando formas para encauzar a aquellos que como yo, nos liamos y bloqueamos en este "sistema". Y más por persistencia que por ciencia, paso a comentar con brevedad mediante las diapositivas, los comienzos del "número":


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