sábado, 7 de septiembre de 2013

"educación de príncipes"

Educación de Príncipes. ¡Si, partamos de esta ficción!.

¡Pensemos!, Si se nos encomendara educar a un "príncipe" ¡cuántos desvelos aplicaríamos! Y a los resultados, probablemente no cuestionaríamos "sus fracasos", sino "los nuestros"; no le reprocharíamos sus errores sino que nos lo atribuiríamos a nosotros mismos. Tampoco se discutiría la relevancia/imperancia de "si no apruebas... no obtienes tal Titulo de ...". Así, disculparíamos sus errores, y replantearíamos nuestras estrategias metodológicas. Nuestro argumento moral se respaldaría con ¡se trata del príncipe!

Por supuesto, apodícticamente, la educación del "príncipe" conllevaría ciertos contenidos y competencias, "acordes a su condición", pero, individualmente "se regularían", a las circunstancias personales, contextuales, ... acomodándose a la persona "real". Esto será así para el príncipe "supuesto", así lo requiere por su condición; pero para los "plebeyos" "inexistentes" se tornan los principios..., perdiendo el Sistema de Educación su sentido paido-agógico , y este Sentido y Espíritu Educacional es el que quiero reivindicar.

Por nuestra parte somos "educadores" antes que "enseñantes"(¿?), pero la realidad descuida lo primero para "asentar" lo segundo. El sistema infringe mayor importancia a los aprendizajes... Porque reconoce que "EDUCAR", "no educan ni los padres". Se magnifica, la Educación, como se magnifica grandilocuentemente la "DEMOCRACIA"... pero luego... ¡"Otro gallo cantaría"!

Hemos convertido la Educación en un artificio, en pura ficción, en un recurso de control/distracción social. Esta es la raíz del problema. La educación la hemos transformado (de transformismo), de tanto manosearla, en un recurso "escénico", un "intermezzo", un tiempo de entretenimiento, mientras entre bambalinas se trajina la trama de la "siguiente escena".

La Educación no es un entretenimiento, no es un intermedio, ES LA OBRA EN SÍ, puesto que la Educación ES PARA TODA la vida y actúa siempre EN TODA la vida. Nunca la Educación es una adherencia, o un barniz, ... o un instrumento... porque la Educación verdadera, aparte de capacitar funciones, troquela convicciones (si bien en aquellos que andan al asecho). La EDUCACIÓN ES CONCIENTIZACION y la concientización no es etérea y fugaz, parte de la realidad inmediata y afronta el presente, al que presiente y precinta.

Es por ello que la EDUCACION de cada alumno ha de ser PACTADA, CONVENIDA, AJUSTADA al nivel de sus capacidades desarrolladas y en potencial, y a las expectativas reales de desarrollo y aspiración ("motivación" personal de logro). Así mismo, pautada y determinada por las del grupo en el que se socializa. El grupo siempre se erige en condicionante de los factores que provocan RENDIMIENTO.

La Educación última más que de factores externos y exógenos, rinde cuentas a los condicionantes endógenos de cada individuo -cada uno llega donde quiere- este se aliara, y si fracasara, buscara otra nueva oportunidad; y si no, la propiciara para algunos de los suyos, a fin que lo logre-. La palabra APRENDE, a fin de cuentas significa, SUJETAR, ASIR, ATRAPAR... SIN SOLTAR.

Reflexión ante el nuevo tempo de “educación”, Año Académico 2013-14




Gracias Javier B. L., siempre que pienso en estos términos evoco tu ilustre persona.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La investigación y el estudio, el estudio y la investigación son necesarios para obtener la mejora de cuantos síndromes marcan a nuestros semejantes, y a nosotros mismos sin saberlo, como consecuencia de que el caminos de nuestra "elaboración" ha sufrido algún equívoco en su desarrollo. Hay "errores" que dan la cara a primera hora y otros se muestras con el tiempo, ¿cual es peor?, no  lo sé, pero la realidad es que coexisten, formando parte nuestra y de nuestro entorno.

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