NO
HAY CRISIS, HAY INEPTOS.
El esquema del
funcionamiento político viene ejerciéndose mediante un modus apologético. Pretende
cambiar las acciones sociales bajo el “credo” que la norma modificará la organización de
las gentes, y si es verdad, EN PARTE, también arrastra una dosis de
INGENUIDAD.
Los debates "políticos" pretenden
“demostrar” que mediante discursos “tumbarán-convencerán” a la oposición, SIN
APORTAR DATOS QUE EMPÍRICAMENTE DEMUESTREN lo que se pretende corregir. Seguimos
“envuelto” en el mundo de la palabra, donde “per se” presuponemos que la realidad
cambiará. NO SE TRATA DE “ARGUMENTAR” CON DISCURSOS, SINO DE “DEMOSTRAR” CON
DATOS.
LAS PALABRAS EN
CASCADAS que constituyen los discursos políticos sólo valen para ejercer la
oratoria, o argumentaciones filosóficas,… pero cuando se trata del gobierno de
un pueblo, no podemos ejercerlo con la “buena fe” de nuestros políticos, ¡NO
VALE LA “BUENA FE”!. Esta “buena fe” nos ha traído hasta aquí, y AQUÍ ESTAMOS
EN UNA CRISIS, la crisis no se resuelve con encantamientos, conjuros y
exorcismos. Así que nuestra “nueva ley educativa” no se puede montar en
discursos, como quieren, y con rebates ideológicos-apologéticos, como se le responde por los opositores, no estamos aún en el medievo para andar convirtiendo “a
los herejes”, y creando leyes–bulas, donde la credulidad y no el empirismo, corregirán
los errores.
A unos y a otros les
pido, ¡ECHAD TESTOSTERONAS, dejemos de “dejar pasar” el tiempo, CON MELINDROSIDADES tomémonos en serio el futuro!.
Ninguno somos
herejes, no nos tienen que convertir, me tienen que respetar y garantizar el
patrimonio que hasta ahora hemos dispuesto. Patrimonio cultural y científico que
no podemos dilapidar en base a “estamos en crisis”. ¡No hay crisis, hay ineptos!
El problema de la crisis no es la
situación adversa e irresoluble, sino la incompetencia de quienes gobiernan; y el
despecho y arrogancia no es manifestación de inteligencia, sino de estupidez.