Una inteligencia que no interacciona con otra inteligencia,
no es inteligente; será en todo caso elucubración, que no inter-acción.
La inteligencia, fluye. No “existe” en sí, es consecuencia
de las condiciones que la produce: (tipos de… y factores de…) [* no se posee porque es acción, no es propiedad, sino usufructo]
Puesto que la inteligencia es INTERACTIVA no
podemos “medir” in situ sus partes. Las mediciones que hacemos son/conllevan
errores. Errores que soportan muchos alumnos “especiales”, que son sacados” del
sistema; primero del –sistema educativo- para “consecuentemente” del
sistema-tejido productivo, inherentemente y posteriormente, mal retribuidos.
Y hablando de “Integración”… se evidencia una constatación:
el sistema no los acoge… porque
si el sistema es competitivo (que no colaborativo)… por decantación
sistemática… son trasvasados…
Las actividades no se programan para desarrollar, sino para
“seleccionar”… pues ¿qué son los “controles de evaluación”?... ¿se juzgan si sus “motivaciones” les afecta?…
pero, éstas no se puntúan… (en aras de los “criterios-rubricas de evaluación) …
Las interferencias emocionales y
sociofamiliares… se comentan… pero no sopesan resultados… El sistema evaluador
es como un interruptor: “sabe o no sabe”…
da mínimos o no… Hay alumnos… fallan los alumnos… ¡No!, falla el sistema que no
adapta medidas correctoras… porque son medidas construidas hacia la Inspección
Educativa y no a la realidad del alumno concreto. NO SE ACTÚA PARA EL ALUMNO SINO PARA EL RESULTADO… “DE UNA PRUEBA EXTERNA”