Sobre esas relaciones que requieren
ser revisadas…
Se acosa porque se quiere dominar, pero se domina por “formación reactiva” de un miedo a ser
dominado. Normalmente el acosador lo ha aprendido en propias carnes, antes fue
acosado.
De este modo el circulo se perpetua, salvo que se libere,
como un eslabón de cadena que también le apresa. Por tanto, este juego como
planteamiento y desenlace debe ser bloqueado, marcado para que no se desarrolle…
y consolide.
Es un juego psicológico que suele encubrirse-camuflarse
mediante la forma de proteccionismo… protejo lo que es mío, y, porque mío, lo
domino…(protector-vasallo). El acosador se exige prestar protección a cambio de
sumisión (sin admitir la rebelión o discusión), y como en todo, existen grados
de intensidad y apremio… Es un modo de establecer relaciones tóxicas, aunque
puede camuflarse de almibarados mimos sobreprotectores… [hay que admitir que el
acosador no es-hace consciente de su juego, sino que busca librarse de su miedo
a ser acosado, porque anteriormente lo fuera]
Dominar
no es malo; dominar-controlar las situaciones es necesario. La extralimitación de convertir al otro
-alter- en un objeto, y
darle trato de objeto… éste es el error. Así donde
hubiera dos personas pudiera establecerse una relación
de dominación y acoso, el contexto de hecho no importa,
puede ser en el colegio, en el barrio, en un club, en la empresa, o en la misma familia… Conclusión pues:
RESPETO – ACUERDO – COMPROMISO – TOLERANCIA, Y vuelta a
empezar, RESPETO – ACUERDO – COMPROMISO – TOLERANCIA, cada vez que, como
dinámica relación, requiera replantearse el trato que nos debemos.